Hace una semana iniciaba una
movilización de trabajadores y trabajadoras de la Secretaria de la Niñez y
Adolescencia, comenzamos en su mayoría éramos educadores y educadoras de los programas
de Atención Directa de la institución, salíamos a movilizarnos porque el
Gobierno Nacional había implementado una política de Desprecarización Laboral y
por el cuál, en esta institución, habíamos postulado y ganado concursos de
oposición 414 trabajadores y trabajadoras. Esto seguía su trámite normal, pero
en el Ministerio de Hacienda, Dirigido por el pintón Santiago Peña, encontró trancas.
Con la manifestación solicitamos que el expediente sea firmado y remitido a la
Presidencia de la Republica y seguidamente al Congreso Nacional para su estudio
y aprobación en el marco del Presupuesto General de Gastos de la Nación para el
2017.
Iniciamos ese martes, quizás no
nos creyeron mucho. Pero sabíamos que el propio Cartes dio la orden que no pase
los expedientes, no éramos los únicos en esta situación, trabajadores y
trabajadoras de alrededor de 26 instituciones públicas habían sido sometidos a
concursos públicos de oposición para desprecarizar sus condiciones de trabajo. Quizás
la nota del primer y segundo día lo hizo el sol radiante que a algunos
descompenso, a otros quemo la piel y genero dolores de cabeza y demás. Pero aun
así seguimos. Sabíamos, aquellos que cumplíamos, de alguna u otra manera,
tareas de conducción de la movilización, que todos los trabajadores y
trabajadoras que habían concursado y ganado tenían entre 6, 8 y 12 años de
trabajo ininterrumpido en los programas, y no cualquier tipo de trabajo, sino
con los niños, las niñas y adolescentes más olvidados, más vulnerados de este
país. Con quienes salen a las calles con sus familias a buscar sobrevivir,
quienes la única opción que le ofreció la sociedad fue la delincuencia, las
drogas y la pobreza, niñas y niños indígenas
que deambulan por las ciudades más importantes de nuestro país.