Desde hace unos meses, y en particular con la disputa
política por la Enmienda Constitucional, todo en Paraguay nuevamente son
cálculos electorales, posibilidades de quien o quienes construyen hegemonía en
el espectro político institucional. Es así que los distintos actores se mueven
en función a este escenario. Un escenario en el cual desde 2008 sectores de la
izquierda paraguaya resolvieron disputar y/o por lo menos participar.
Este escenario, como una parte de la realidad nacional,
queremos mirar en esta reflexión. Y explicar cómo nuevamente la oligarquía
local nos coloca en la falsa disyuntiva para el 2018.
Sectores de la Oligarquía paraguaya, por sobre todo
agrupados en la Asociación Rural del Paraguay, La Unión Industrial Paraguaya,
las corporaciones de Zucolillo/Vierci y la cúpula de la Iglesia Católica
cerraron filas para que la enmienda constitucional para la reelección no corra,
sobre todo con el discurso que se venía una dictadura de Cartes. Pero en el
fondo, al parecer , solo con la idea de frenar a Lugo. Montaron una feroz
campaña mediática e incluso lograron convencer a sectores de la ciudadanía y
sectores políticos del progresismo.
Desde el Frente Guasu y otros sectores defendíamos tesis de
que si bien Cartes tenía la posibilidad de pelear por la presidencia de la
Republica, si la enmienda no se aprobaba, el Cartismo como proyecto político lo
haría con otro candidato, como sucede ahora.
Por tanto advertimos sobre que el peligro del Cartismo continuaría
con reelección o sin ella. Y que es el proyecto cartista a quien debemos
derrotar.
Como izquierda paraguaya no podíamos renunciar a contar con
un candidato aglutinador de toda la
oposición, que por sobre todo encabece un proyecto democrático, amplio y con
una aceptación popular muy por encima de Cartes y su proyecto. Es decir, un
proyecto político democrático y popular con posibilidades de triunfar
nuevamente en las elecciones generales ganando la presidencia de la Republica,
y por supuesto ampliando la representación parlamentaria de la izquierda y el
progresismo en el Congreso Nacional.